¡Historia de superación: Guadalupe Rivera y la valiosa mentoría de Andrea Farill!

Guadalupe Rivera, beneficiaria de APAC, recibe acompañamiento pedagógico universitario, y se encuentra ya a solo un mes de terminar la Licenciatura en Educación en la Universidad Del Valle de México.

Su trayectoria es una fuente de inspiración para todos aquellos que buscan superar obstáculos y alcanzar sus sueños, pues comenzó su educación primaria a la edad de 35 años y, ahora, a sus 51 años, está a punto de culminar su licenciatura, convirtiéndola en un ejemplo a seguir.

Andrea Farill es fundadora de ALIVE, fundación sin fines de lucro que se encarga de prevenir, ayudar y recuperar la vida de todas las víctimas o sobrevivientes de un derrame cerebral. Desde hace unos meses se convirtió en mentora de Guadalupe y se ha encargado de brindarle el apoyo, la confianza y la orientación necesaria para enfrentar los desafíos que se le han presentado en su camino hacia su graduación. Así como ofrecerle las herramientas necesarias para enfrentar su futura vida laboral.

Andrea nos cuenta que la experiencia de mentoría con Guadalupe ha sido increíble y gratificante. La determinación y tenacidad de nuestra beneficiaria la han inspirado profundamente.

“Mi experiencia con Lupita ha sido increíble, porque más allá de inspirarla, ella me inspira a mí. Es una mujer que no se rinde. Se ha enfrentado a muchos momentos de quiebre a lo largo de su vida, y ella los ve como una oportunidad de crecimiento.” dijo Farill.

Andrea de visita en las instalaciones de APAC

Por su parte, Guadalupe dijo estar muy agradecida con Andrea y ALIVE por enseñarle a enfrentar los obstáculos y demostrarle que es capaz de cumplir cada objetivo que se propone. Y añade que está muy orgullosa de inspirar a sus compañeros de APAC a que hagan una carrera universitaria.

El 25 de julio, Guadalupe recibió una gran sorpresa. Andrea fue a visitarla a las instalaciones de APAC y llevaba consigo una silla de ruedas eléctrica para regalarsela. De esta forma Guadalupe podrá tener mayor independencia, y en un futuro desarrollarse de forma más libre en un ambiente laboral.

La historia de Guadalupe es una prueba viviente de que nunca es tarde para perseguir nuestros sueños y que, con dedicación y esfuerzo, podemos alcanzar grandes metas. Y que detrás de cada historia de éxito hay personas excepcionales que brindan su apoyo y guían a quienes lo necesitan.

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